Dolor

cuánta pena me diste hoy,
me dejaste quebrado
me clavaste un puñal en el corazón
con tu mensaje escrito,
con tu rechazo escondido,
con tu evasiva permanente
con tu silencio, con tu puerta cerrada
me dices más de lo que puedes creer,
me duele hasta mis raíces
y yo estoy tan vulnerable,
tan sin escudo...
no se si querías hacerlo,
pero lo hiciste, y aquí estoy
derrumbado y sin fuerzas...
quisiera quedarme acurrucado
y replegado en mi mismo,
como un ovillo
como un feto en su claustro
esperando que todo termine...

Esperar

casi un mes sin hablarte
sin embargo, sintiendo siempre
que tú estás conmigo
de tu mano voy y en ti confío
mientras espero alguna palabra
que no llega
está encerrado en sí mismo
hermético, sin hablar ni escribir
tal vez muy confuso, muy indeciso
sin la posibilidad de comunicación
ni expresarse, que hacer entonces?
el hábito del silencio lo aprisiona
quiere decir algo pero no sabe como
de que manera, con qué palabras
entonces calla,
pero hasta cuando...

Silencio...

Todo está callado
y yo escucho
Pero, nada...
Nada? No, algo vibra allá lejos
Pero aún no logro percibir su sonido
no aún no es un sonido
Es como el anuncio del sonido
Ni siquiera lo oigo, sólo lo presiento
tal vez lo perciba luego,
tal vez lo escuche
y hasta quizás lo confunda
permanezco alerta
Alerta oído, afínate,
estírate, ve a su encuentro...